Pensar, Sentir, Hacer

Reproducir video

Observa tus pensamientos… Estos se vuelven emociones y tus emociones se traducen en acciones.

Tus acciones son las que te llevarán a donde quieras estar. Tus acciones permitirán que construyas aquello que te has propuesto y has anhelado, tus acciones determinarán parte fundamental de quien eres.

¿Has escuchado el “las acciones dicen más que mil palabras”? Pues es así. Recuerda mi constante recordatorio sobre la congruencia. Presta atención a lo que piensas, porque de ahí parte el cómo te sientes la mayoría de las veces. Si estás pensando siempre negativo, si tienes ideas cero chingonas, si solo te fijas en lo malo, entonces eso se te va a notar y afectar tus emociones y tu actitud va a ser igual. Pesimista, actitud de la chingada, y no sólo contigo, sino con el mundo.

No se trata de donde naciste, de donde provienes, de tus circunstancias, se trata de tu actitud ante ellas. Tu manera de responder y de procesar ante los acontecimientos, es lo que va a definirte y lo que va a hacer la diferencia.

Quien se hunde en quejas, no tiene tiempo para crear. Deja de hacerte historias en tu cabeza, de producir películas mentales de lo que podría pasar. Y entonces, ya sufriste, ya te preocupaste, ya te angustiaste, por algo que no ha pasado y que lo más probable es que ni siquiera suceda.

Estamos conectados en mente, cuerpo y alma. El cuerpo no es mudo. Avisa cuando estamos acumulando demasiado estrés o demasiada preocupación. No te dejes tumbar por malo ratos, mantén alta la perseverancia y ese sentido aguerrido. Cuida lo que consumes, con lo que alimentas tu cuerpo y tu mente, fíjate en la perspectiva que le estás dando a las cosas y deja ya ese papel de víctima.

Nada es imposible, lo imposible solo tarda un poco más. 

Soñar, creer y chingarle. 

Los chingones somos más.