Cuando estás en esos momentos después de una crisis o fracaso siempre llega esa pregunta: ¿Qué es lo que salió mal? Y probablemente esa frase se encuentre dando vueltas en tu mente.
¿Por qué nos duele el fracaso?
Somos seres sociales, aunque a veces nos queremos ver como muy fuertes en lo individual, nuestra fortaleza se encuentra en aquellas cosas que realizamos en conjunto. El sentirnos aislados detona zonas del cerebro que nos pueden llevar a sentir dolor. Y el fracaso nos hace sentir aislados.
Y, ¿dónde te duele ese fracaso?
Ese dolor o sensación no se centra en alguna parte de tu cuerpo, muchas veces en dónde te duele es en el EGO. En esa parte que nadie puede ver pero que tu sientes necesitar.
¿Fracasaste por soberbia?
¿Fracasaste por confiado?
¿Fracasaste por incompetente?
De los triunfos o victorias no hay aprendizaje, lo hay de las derrotas, de los fracasos. Fracasa quien no intenta, fracasa quien se queda ahí y no toma eso como una ventana de nueva oportunidad.
Nada es imposible, lo imposible solo tarda un poco más.
Soñar, creer y chingarle.
Los chingones somos más.