Hay una película de la época del cine de oro mexicana muy importante que se llama Macario y hoy quiero mencionarla porque hay una escena que toca un tema del que quiero hablarte: el amor propio y el consentirte.
¿Cómo estás, cómo te sientes por dentro? ¿Cuándo fue la última vez que te diste un gusto, que cuestionaste y atendiste tus necesidades?
A veces se nos olvida poner atención a aquellas cosas que son importantes pero que pasan desapercibidas porque las consideramos poca cosa o no merecedoras de celebrar. Invierte en ti, consiéntete.
Esto no quiere decir que no veas por los demás, pero tienes que darte ese cuidado y ese tiempo a ti mismo también para entonces después poder compartirlo y hasta heredarlo. Disfruta de las cosas HOY, no mañana. No esperes a tenerlo todo. Disfruta de aquello que te hace feliz, que te genera un estado de plenitud. Toma tus pausas, toma un respiro y hazlo.
No tenemos comprada la vida, el hoy es lo más real y presente que tenemos. Decide amar a alguien que te merezca… a ti mismo. Comienza por ti. Prémiate porque lo mereces.
¡Cómete ese guajolote tú solito!
Nada es imposible, lo imposible sólo tarda un poco más.
Soñar, creer y chingarle.
¡Los chingones somos más!