Nos han condicionado y domesticado. Pero ahora que lo sabes, es tu decisión si deseas seguir adormecido y encadenado o si quieres hacer algo al respecto.
Si estás cómodo con tus miedos y tus cadenas, este podcast no es para ti. Deja de oír este mensaje. Si por el contrario quieres incomodarte y quieres encontrar una mejor versión de ti, darte cuenta del rumbo que estás llevando, sí lo es.
Lo primero es dejar el odio y el rencor de lado, no importa en este momento quién haya fomentado esa cadena o cadenas que tienes atadas a ti. Muchas veces no son generadas por malicia y somos nosotros los que decidimos mantenerlas. Pero TÚ tienes la responsabilidad de quitarlas, tienes la llave, nadie más.
Cuestiónatelo. Cuestiona y haz ese ejercicio de preguntarte: ¿Cuántas cadenas tienes?, ¿das por descontado que están ahí? Identifícalas e identifica qué tipo de bloqueo te generan, si es algo racional, emocional, y hazlo conscientemente.
Créeme, liberarte de ese peso, de esas ataduras que sabes que no son parte de quien eres en realidad, no tiene precio. No tengas miedo de hacerlo, cualquier paso que des será mejor que seguir atado a eso que te está sumiendo. No temas a lo desconocido, teme a seguir normalizando aquello que te consume.
Nada es imposible, lo imposible solo tarda un poco más.
Soñar, creer y chingarle.
¡Los chingones somos más!